En el marco del lanzamiento de la Semana por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes – 2011, los y las representantes de diferentes sectores de la niñez y la adolescencia del Paraguay, queremos reforzar nuestra voz con el Manifiesto trabajado por Niños, Niñas y Adolescentes durante la Reunión de Altas Autoridades de Derechos Humanos, denominado Niñ@Sur, desarrollado el 26 de abril de este año, por ello manifestamos cuanto sigue:
En fecha 26 de abril de 2011 en el marco de la Reunión de Altas Autoridades de Derechos Humanos, iniciativa Niñ@Sur estuvimos reunidos representantes de la Plataforma Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes del Paraguay, la Coordinación Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores, y Niños, Niñas y Adolescentes de Pueblos Originarios para analizar y reflexionar nuestra realidad. Como resultado de la reflexión y análisis de la memoria de Niñ@Sur y las realidades compartidas desde diferentes sectores de Niños, Niñas y Adolescentes. Manifestamos y exigimos a las autoridades de MERCOSUR:
– Visualización del cumplimiento de los acuerdos y recomendaciones propuestos desde los niños, las niñas y adolescentes, debido a que muchos de los temas planteados como problemáticas de nuestro sector en la XV Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos (RAADDHH) siguen afectándonos, y que la inversión de dinero para estos encuentros es muy alta para los pocos resultados visibilizados.
– Que las autoridades del MERCOSUR consideren la violencia estructural como una forma de violencia, ya que es una de las formas menos visibilizada y que nos afecta.
– Que se haga efectiva la Participación protagónica, es decir que las autoridades cuando realicen sus reuniones en las que se tratan temas relacionados a la niñez y la adolescencia no solo nos escuchen, sino que además incorporen nuestras opiniones y tengan en cuenta nuestros reclamos.
– Que el Estado designe el organismo encargado de la aplicación de la Convención Internacional por la promoción de las Personas con Discapacidad, diseñando una política integral para niños, niñas y adolescentes con discapacidad, priorizando el diseño de una Encuesta sobre Discapacidad a nivel Nacional, incluyendo efectivamente la temática en el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2012.
– Como ya lo mencionamos en la XV Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos, nosotros y nosotras valoramos el trabajo infantil y el trabajo en general, pero criticamos las formas y las condiciones en las que se dan actualmente. Los Estados deben garantizar las condiciones de trabajo, para que este no sea criminalizado, ya que muchas veces se dan situaciones de violencia y vulneración de derechos. El trabajo debe ayudar al desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
– La agroindustria ganadera es causante de la venta de tierras, la deforestación de los bosques y la pérdida de territorios ancestrales que afectan a sectores de pueblos originarios y campesinos. Lo que provoca migración, trata de niños, niñas y adolescentes, pérdida de identidad cultural y otras situaciones de vulneración de derechos. Instamos al cumplimiento de las leyes a nivel Regional y sobre todo a la recuperación de las tierras ancestrales que fueron robadas y la legalización del territorio en el que habitan los pueblos originarios.
– Que se respete el derecho a la identidad de niños, niñas y adolescentes de pueblos originarios, reconociendo sus nombres originarios y su cultura, ya que son obligados y obligadas a adoptar nombres “blancos o cristianos” con los cuales no se sienten identificados e identificadas.
– Que el progreso de la agricultura desde el fomento del libre comercio propuesto por el Mercosur, no sea en detrimento de los Derechos Humanos, principalmente de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
– Esperamos que para la próxima RAADDHH se publiquen textos en el idioma guaraní, uno de los tres idiomas oficiales del MERCOSUR.
Reivindicamos nuestro derecho a soñar el presente y el futuro que queremos y debemos tener: un país sin corrupción, sin discriminación, sin exclusión, sin prejuicios y estereotipos, sin violencia. Y así poder vivir con dignidad e igualdad social ejerciendo nuestro derecho a una participación protagónica.