La Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), plataforma nacional que agrupa a treinta organizaciones de la sociedad civil que trabajan a favor de los derechos de niñas, niños y adolescentes en Paraguay, expresa su preocupación sobre el Proyecto de Ley “Que universaliza equitativamente la alimentación escolar (‘hambre cero en nuestras escuelas y sistema educativo’).
Garantizar la alimentación escolar y asegurar el acceso a por los menos tres comidas al día, no solo es necesario para aprender mejor, sino que es un derecho humano básico e imprescindible para la subsistencia y el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes en etapa escolar.
Nos preocupa:
Que la propuesta de Ley esté centrada en un único alimento diario, el “almuerzo escolar”, sin contemplar el desayuno y la merienda escolar. En un país donde 34,7% de la población de niñas, niños y adolescentes vive en situación de pobreza, implica que, en muchos casos, la única alimentación que reciben en todo el día es a la que acceden en la escuela, poniendo en riesgo su salud física, mental y social. Es irresponsable e inadmisible plantear “ayunos intermitentes”, sin considerar esta realidad.
La centralización de la administración de los recursos a una única institución, cuando no existen pruebas concluyentes de su efectividad. Si bien la descentralización en la gestión de recursos de alimentación escolar ha mostrado evidencia de no ser efectiva, es fundamental fortalecer las instancias de descentralización estableciendo procesos de control y mejora, junto con sistemas de acompañamiento a las instituciones, gobiernos departamentales y municipales. En su propia Constitución, Paraguay, reconoce la importancia de la descentralización al otorgar autonomía y capacidad de gestión a los niveles subnacionales. Esto permite una mayor participación local en la toma de decisiones y la administración de recursos.
Que en el proceso de elaboración del proyecto de ley, no se incluyó la participación activa de las y los estudiantes organizados, escuchando desde sus voces las realidades que les afectan. Ellas y ellos tienen derecho a participar y que sus voces sean escuchadas al momento de tomar las decisiones, para que estas respondan a sus expectativas reales en torno a la alimentación escolar.
Invitamos a seguir reflexionando sobre: ¿Qué se entiende por escuelas en situación de vulnerabilidad? ¿Cómo se seleccionarán estas escuelas y cuánto tiempo deberán esperar los estudiantes cuyas escuelas no pertenecen a estas categorías? ¿Qué actores, instituciones, sociedad civil, grupos organizados de niñas, niños y adolescentes, entre otros, deberían participar del proceso de construcción de la propuesta?
- CDIA Observa, 2023. A partir de los datos de la EPHC 2022 del INE.
2. Declaraciones del Ministro de Educación Luis Ramirez, fecha 12 de marzo de 2024.