Ante la pérdida de investidura de la senadora opositora Kattya González, desde la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), plataforma nacional que agrupa a más treinta organizaciones de la sociedad civil, que trabajan a favor de los derechos de la niñez y adolescencia en Paraguay, expresamos nuestra preocupación por la crisis institucional que pone en riesgo el sistema democrático en nuestro país.
El abuso de instrumentos constitucionales, como la interpretación oportunista del reglamento del Congreso Nacional, mediante la cual un grupo de legisladores impuso con únicamente 23 votos la pérdida de investidura de la legisladora, a pesar de requerir un mínimo de 30 votos para tal efecto, sustentándose en el antiguo reglamento, que solo dos meses atrás fue modificado por el mismo sector, envía a la ciudadanía un mensaje de arbitrariedad y afecta a la institucionalidad de la República.
Una democracia representativa, participativa y pluralista, como en papeles es la República del Paraguay, según el Artículo 1 de la Constitución Nacional, es necesaria para la construcción de una sociedad justa y equitativa, donde el diálogo, el respeto por las posiciones políticas divergentes y la inclusión de todas las voces en el proceso político son piedras angulares.
Así como las voces disidentes son necesarias en un sistema democrático, un entorno democrático sólido, en el que se respeten la voluntad popular y se promueva la participación ciudadana en la gestión del Estado, no solo es fundamental para la promoción y defensa de los derechos de todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, también es esencial para garantizar los derechos y bienestar de las niñas, niños y adolescentes.
Instamos a los senadores a que depongan sus actitudes totalitarias y antidemocráticas, respetando el disenso y la diversidad de opiniones y posiciones, a fin de precautelar nuestra frágil democracia.